En este artículo se presenta una breve revisión del proceso seguido en México para transitar hacia un enfoque de formación ciudadana centrado en el desarrollo de competencias cívicas y éticas. Así mismo, se apuntan algunos desafíos que este enfoque representa para el trabajo docente y para la construcción de ciudadanía, como lograr un trabajo centrado en el enfoque amplio de competencia y de ciudadanía, comprender que el conocimiento es un recurso más por movilizar, evitar el riesgo de la estandarización o dar un viraje al conductismo.