07

Septiembre-Octubre 2007
La educación es un insoslayable pendiente que los países como México deben resolver. Un país que aspira a consolidar la vida democrática en su sociedad, no puede pasar por alto el tema educativo: la educación es columna vertebral para la vida en democracia. No cabe duda que una educación de calidad y con equidad es factor determinante para mejorar las condiciones de vida de la población, reducir la pobreza y estrechar las brechas de desigualdad que nos aquejan. Los gobiernos, mediante la implementación de políticas públicas, están en busca de mejorar sus respectivos sistemas educativos y el mexicano no es ajeno a ello. Ya son casi dos décadas desde que este sistema educativo comenzó un largo camino de transformación mediante la puesta en marcha de una nueva generación de políticas públicas; algunos resultados comienzan a asomar por la ventana y el público ciudadano se percata de ello; algunos otros no son tan perceptibles; sin embargo, no cabe duda que es posible y necesario trazar algunas hipótesis sobre
sus efectos.